Ser Mujer

Si bien siempre ha sido difícil ser mujer, debido a todas las injusticias que nos debemos enfrentar. Hay que reconocer que han habido muchos avances en cuanto a nuestros derechos, no obstante debemos seguir luchando.

Antes teníamos menos libertades y menos opinión, pero al menos teníamos un rol más definido. Cuidar de la casa y de la familia.

Ahora, tenemos más libertades y un poco más espacio, sin embargo, tenemos este rol medio confuso, entre lo público y lo privado. 

Qué alegría me da poder trabajar, qué alegría siento al poder opinar y botar. Desde esta perspectiva, hemos avanzado muchísimo. Pero los hombres ¿cómo han avanzado ellos?

A mi juicio ellos han salido ganando con todos estos cambios.

mujer Ya no son lo únicos responsables de proveer al hogar, de traer el dinero y dar la estabilidad económica. Ahora tienen una compañera para esa función.

Ellos deben sentirse muy aliviados. Y nosotras, las mujeres estamos contentas recibiendo nuestro sueldo y poder aportar en la función masculina de proveer el hogar.

Pero me hago la pregunta, ¿cómo aportan los hombres a nuestra función previa? Aquella misión de mantener el hogar.

Es increíble, pero ningún hombre responderá frente a la pregunta de si su mujer trabaja “Si, Daniela, mi señora, me ayuda en lo económico!”.

Pero todas las mujeres respondemos frente a la pregunta de si nuestro marido participa en las labores domésticas “Sí, Carlos me ayuda en las labores domésticas!”.

Como si fuese nuestra labor mantener la casa. Entonces nuestro marido nos ayuda en dicha función. Sin embargo, la estabilidad económica es responsabilidad de los dos. En cuanto lo económico, las mujeres no ayudamos, si no más bien somos co-responsables de la labor. Mientras que el cuidado de la casa somos solo nosotras las responsables, y los hombres «ayudan». Por eso encuentro que aún es injusto ser mujer.

ser mujerHemos tenido un avance, pero ser mujer, sigue siendo un desafío igualar las diferencias.

Lamentablemente estas diferencias nos traen muchos problemas de pareja, ya que muchos hombres, no quieren tener la igualdad. Eso implicaría a ellos responsabilizarse de más cosas, tener más funciones y deberes. Y así mismo, tener menos derechos.

Entonces es normal que empiecen las peleas de pareja, discusiones en torno al cuidado de la casa, la mujer comienza a sentirse cansada, y el hombre no logra entender el motivo de dicho cansancio. Y  piensa para sí mismo: “si yo igual ayudo en la casa!”.

Es increíble  ¿o no? Mientras nosotras no necesitamos ayuda, necesitamos un compañero que se responsabilice con nosotros.

Después nacen nuestros hijos, y ahí la balanza puede enloquecer. O podemos, en caso de que elijamos una pareja suficientemente buena, equilibrarse un poco. Ya que existen muchos hombres que se hacen cargo de la paternidad, que tienen muy desarrollado ese instinto. Por lo que puede cuidar de los niños, mientras la mujer limpia el hogar. Que tampoco es justo, pero es un poco mejor de asumir una tercera labor: cuidar de los niños, cuidar de la casa y trabajar.

Es el desafío de la pareja lograr encontrar un equilibrio en su relación, que ambos sean responsables, o que ambos «se ayuden».